INNOVACIONES EN TECNOLOGÍA DE SEGURIDAD EN AMÉRICA LATINA

Las empresas en América Latina enfrentan retos importantes en la adopción de nuevas tecnologías de seguridad, ya que los responsables de implementar un proyecto deben contar con el conocimiento y la capacitación constante sobre el funcionamiento de los sistemas para lograr un mayor éxito, afirmó Juan Carlos Granier, consultor en el desarrollo e implementación de proyectos e integración tecnológica, en seguridad y automatización de Veneconsult.

 

Durante el webinar “Innovaciones en tecnología en seguridad”, presentado en alianza por Veneconsult y Arcus Group y organizado por Más Seguridad, Juan Carlos Granier, destacó las principales tecnologías que se están aplicando en el sector de la seguridad y cómo las compañías en Latinoamérica las están utilizando para la protección de activos, así como para atender situaciones críticas y de coyuntura como el COVID-19.

En el mercado existen múltiples sistemas en seguridad, hay que identificar la necesidad del cliente, si no lo hacemos no vamos a lograr diseñar un sistema adecuado, el principal obstáculo es la preparación que tiene los responsables de generar el proyecto, prepararse, tratar constantemente de participar en entrenamientos, indicó Granier”

 

En la presentación del webinar, Alfredo Yuncoza, presidente CEO de Arcus Group, consultor y articulista de Más Seguridad, señaló que ante las amenazas y la incertidumbre que se viven actualmente producto de la pandemia, existen alternativas tecnológicas que son las protagonistas del sector, y al mismo tiempo las herramientas para las mejores prácticas en América Latina.

Al respecto, Juan Carlos Granier, miembro director de la Cámara Dominico Venezolana (CADOVEN) República Dominicana, indicó que la pandemia ha incrementado índices delictivos en la sociedad, por lo que señaló que las nuevas tecnologías son un excelente elemento para detectar cualquier amenaza y dar respuesta de manera efectiva. En cualquier proyecto tecnológico, las compañías deben diseñar un modelo de arquitectura de la seguridad, que consta de cuatro pilares: infraestructura, tecnología, políticas y recursos humanos.

“Con estos componentes vamos a soportar las herramientas tecnológicas; se debe hacer un análisis de riesgo para evaluar amenazas. Dicha evaluación debe identificar la deficiencia de procesos y si ya contamos con sistemas de seguridad debemos adaptarlos al entorno actual y fortalecerlos. Primero de afuera hacia adentro y viceversa, es buscar las debilidades y ver las amenazas que atenten contras las personas, analizar que no haya robo de información, contar con un nivel de conciencia situacional, es un proceso de mejoramiento continuo para no ser objeto de ataques”, explicó Granier.

 

Precisó que con el tema de la pandemia muchas de las tecnologías para seguridad que se comercializan actualmente en el mercado se han perfeccionado o modificado para adaptarlas al sector de la salud. Un ejemplo de esto son las cámaras térmicas y termográficas.

 

Las primeras, dijo, detectan calor, pero no indican temperatura y las segundas sí lo hacen. “Este tipo de tecnología se diseñó para aplicaciones industriales y líneas de producción en la industria petrolera, su uso no es para detección de fiebre, ya que genera falsas alarmas… hay que ser cuidadosos en este tipo de dispositivos, en aeropuertos vemos estas soluciones de detección de temperatura”, afirmó.

 

El especialista también enlistó otras tecnologías como: biometría a través de soluciones contactless que eficientan la verificación de la identidad de las personas; la analítica de video; el cloud computing que ha tenido un gran repunte en el almacenamiento de información; video tecnología basada en deep learning, que reduce las falsas alarmas a través de algoritmos; detección de objetivo basados en inteligencia artificial que ayuda a mejorar la búsqueda forense en el VMS; drones, que también se usan para actividades de espionaje y robo de información; y los robots autónomos de seguridad, los cuales se están convirtiendo en pieza clave en plazas, oficinas y zonas residenciales, pero no van reemplazar a las personas.

 

Fuente: Revista Más Seguridad